Feria de Madrid - Campo de las Naciones
Los días 22, 23 y 24 de Febrero de 2013, se celebró en Madrid la 4ª edición del Salón Internacional del Vehículo Clásico - ClassicAuto Madrid.
En esta ocasión fue en el pabellón 9 de la Feria de Madrid del Campo de las Naciones.
El Ford Capri y nuestro Club estuvieron presentes un año mas en la feria, en el stand nº336.
El salón contó con una superficie expositiva de alrededor de 20.000 metros cuadrados, reuniendo a las principales empresas del sector que pusieron al alcance de coleccionistas, aficionados y público en general cientos de motocicletas y automóviles clásicos; accesorios y componentes para equipar o reparar vehículos; textil, complementos y publicaciones.
Al igual que en ediciones anteriores, la actividad comercial propia de este Salón se completó con un programa de actividades paralelas que incluyeron la celebración de exposiciones conmemorativas; concentraciones; exhibiciones deportivas; y presentaciones. Alrededor de 7.000 metros cuadrados exteriores se dedicaron a las concentraciones de clubes de aficionados.
Se realizaron tres exposiciones conmemorativas, la celebración de los 50 primeros años del Porsche 911 con una muestra de las siete carrocerías que ha lucido este modelo a lo largo de este último medio siglo, la celebración el 60 aniversario de la salida del primer vehículo de la cadena de montaje de la factoría de Valladolid de Renault, y por último la celebración del 50 aniversario del Alpine A110 un modelo que también se ensambló en Valladolid.
En el mundo del motociclismo se celebró el 50 aniversario de Rovena, segunda marca de la española Sanglas, y el 40 de la mítica BMW R90 S.
Crónica de un montaje atropellado:
Como es tradición en el CCM, casi nos tuvieron que echar a empujones de la feria, porque era la hora de cerrar y allí estábamos montando el chiringuito.
Por mucho que programemos las cosas con antelación, al final siempre se tuerce algo y se complica.
La semana empezó con una lumbalgia del ReVelde. Una gripe típica de estas fechas me atacó a mi, y me tuvo dos días encerrado en casa.
El del lumbago, en contra de las prescripciones médicas y de su familia, cargó su furgoneta con los carteles del club y del patrocinador, y puso rumbo al ferial. De camino, la luz de carga del alternador se quedó fija y tuvo que volver a casa a por una batería de recambio. Había que llegar a la feria, volver era lo de menos.
Con una buena dosis de “Gelocatil Gripe” que me sujetó la fiebre, yo salí de casa para presentarme en el trabajo, donde llevaba dos días sin aparecer, para recoger una furgoneta y el resto de “apertrechos” feriales.
Eran las 7:30 de la tarde cuando nos juntamos los dos "lisiados" para comenzar con el montaje. Aquí es donde vino el detalle de la noche, entramos dentro del pabellón con dos furgonetas, para un pequeño stand de 18 metros, abrimos las puertas, y para dar ejemplo de currantes españoles ejemplares, nos pusimos a merendar dos palmeras de chocolate que el ReVelde había comprado (que ricas).
Después de la merienda (rapidita), con fuerzas renovadas, descargamos y comenzamos con la colocación de los carteles.
Interrumpimos el montaje para hacer los trámites administrativos típicos, es decir recoger los pases de expositor, las entradas de precio reducido (esas que la organización llama “invitaciones”)….que yo sepa, si pago no me están invitando. La organización ha vuelto a cometer el error de poner la palabra “invitación” en este tipo de entradas, no figurando el precio, con lo cual alguien podría pensar que el club está vendiendo entradas a sus socios por 8 euros que no le han costado nada.
Están los tiempos como para andarse con esas tonterías.
Vuelta al stand y vuelta a la calle a sacar las furgonetas. Si excedes el tiempo límite de descarga, te cobran la módica cifra de 30€ la hora en concepto de aparcamiento. Sal del pabellón, sal de la feria, da la vuelta a la rotonda y vuelve a entrar que se pone el contador de tiempo a cero. Todo esto con la furgoneta del ReVelde sin luces para no gastar batería.
Tras la vuelta al redil, continuamos con el montaje. Entonces apareció ronroneando el MkI 2.0 GT XLR automático de Manu Recuero. Venía directamente del taller, recién salido después de 4 largos años de lenta restauración. Con ITV y seguro del día, pero sin triángulos, chaleco, gato, ni rueda de repuesto, el valiente propietario quiso experimentar sensaciones fuertes. El Capri se comportó y llegó a la feria sin problema.
Enrique, otro fijo de estos menesteres completó el equipo montador.
A las 11 todos a la calle. Ahora quedaba llevar a Manu a casa y que la Vito sin alternador llegara a Valdemorillo
Ampliación de la crónica del montaje por Manu:
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